Yinglebel yinglebel

"Yinglebel yinglebel"... que asco de musiquita!, se dijo mientras calmaba su hastío hincando el diente, y las uñas también, porque el pibe lo cogió con ganas. Lo malo de todo esto fué que las heridas quedaron a la vista de todos los que estaban alli. Se asombraron al ver el mundo al revés.

Cuando me tomo una copa de una vez suelo terminar navegando enoles. Y lo gracioso del asunto es que el protagonista estuvo dormido todo el rato.

Contribución desde Hispania del "Mix-Lab"

Aquellas criaturas que sobrevolaban la sala

Oyeron su grito angustiado desde lejos pero nada pudieron hacer. Sin embargo nunca se imaginaron que el resultado final alcanzaría a imaginar una situación tan cómica donde todos los asistentes se convirtieran en un amasijo de besos crispados, jugosos y sabrosos como nunca antes lo habían sido.

Sin embargo aquellas criaturas que sobrevolaban la sala eran el presagio de una pasión alucinada. Tuvo un momento de emoción violenta en el que se vió muy alterado por la situación.

El sabía que era el culpable de robar las rosquillas de la abuela, nunca pensó en las consecuencias que aquello ocasionaba en su burbuja. Entonces miró su pequeña cápsula gaseosa. Tras tragársela notó una extraña sensación en su cabeza. Parecía que hubiera dejado aquel lugar con demasiada premura: la cama sin hacer, la chimenea encendida, quizas recibió todo lo que necesitaba, quizás recibió tan solo una parte, nunca lo sabremos. Pero lo cierto es que las próximas navidades, él estará de nuevo donde todos le necesitan.

Contribución desde Hispania del "ELA team"

Pero no siempre se puede

Pero no siempre se puede. Sólo con todos los locos somos tontos. Con las masas enardecidas por alguna trapisonda maquiavélica, o a veces no solamente eso, y ¡cómo es posible olvidarlo sin caer en esa vulgar creencia de imbéciles! La inefable determinación de la turba con antorchas medianas, jamás pierde el intelecto conceptual sobre la Nación. Justamente ayer, durante el recuento neuronal, descubrí un hueco cerca de mi encéfalo inferior.

¿Qué holográfica razón ilusoria ocasionó esta esquizofrénica paranoia, semejante a un enorme búfalo en celo pero castrado? Seguramente por estrambóticas praderas de la fantasía magistral de un mundo virtual galopa este acuciante mamífero cuadrúpedo homeotermo. Pero no. Pero quizás debo esperar; debo eliminar al veterinario que le extirpó los testículos a ese puto suegro de mi concuñado. El maldito búfalo digo yo que es mi almuerzo. De modo arbitrario adjunto a ésta mi resolución desesperada: ”Asaré o moriré en el Puerto de Viena, pero jamás se lo dejaré a mi búfalo que no puede tener descendencia femenina ni masculina con las faltantes hienas del Titicaca”.

Metafísicamente eclosioné aproximadamente anteayer al mundo virtual cuando un gigantesco átomo me penetró por mi cavidad bufálica situada, a una escasa distancia del otro orificio, anómalamente arriba del epitelio protostomiado cerca de mi otra extremidad amputada por ese condenado búfalo veterinario (que ojalá se deje penetrar por su congénere vegetariano, sin anestesia).

No siempre suceden animaladas como esta historia, si bien todo resulta igualmente desastroso para los blancos camiones lecheros, cuya motivación es la primera de todas. Sin parar a tomar leche, es decir, como siempre. La luctuosa ignominia de él me pareció exacerbadamente vergonzosa, pese a su impactante pene.

Abocándonos ya al meollo psicotrópico de mis cavilaciones etruscas, fui a parar repentinamente al limbo hogareño de ácido lisérgico del mediodía. Desde mí ventana salí volando desplegando mis torpes alas de cartón corrugado, cayendo aerodinámicamente en la plaza Mayor. Visité ya 24 nidos comunes pero no conseguí uno esférico y grande, especialmente grande; extraordinariamente sobreviví al fuego interior fatuo de Hermenegildo Papadupulus Gonzalez Acahaval De García San Cristóbal Gutierrez.

Papá, búfalo cachondo de morondanga, salió corriendo (galopando) hacia Asia hacía asiáticos 40000000000000000000000 aciagos lustros. Mi Mamá prerrogativamente me mama desde que mimó a Emma Peel y Omar Sharif incluyendo al malhadado multimillonario búfalo malentretenido.

Gracias doy por ganar desganadamente o gatillar desaprensivamente parodiando grandes derrotas pasadas; de porotos genéticamente desarrollados por gandules doctores postgraduados gracias al proctólogo grotesco de Pasadena Gates, por guita devaluada porteña, devinieron poderes geriátricos deterministas para granjear despóticos psicólogos guturales; parados gritamos dándonos paranoicos golpes de paso cañazo, por gastar demasiados porotos, dado que gimen desgañitándose para GA-GA-GÀ DA-DA-DÂ PA-PA-PÁ.

A esa irremediable ocupación unió aquellos estratos iluminados ominosamente. Usurpando a extraños inmigrantes oceánicos uno aprendió esmeradamente ignotos oscuros ululantes adjetivantes e irremediablemente ofensivos universos. Ajeno esto incluso hoy, usando aberrantes héroes imaginarios, ocupé uno. Azarosas esferas idiotas horrorizaron únicamente a ellos iteligentemente, holográficamente útil a esas irreverentes onanitas.

Para cagar a Ana Achával hasta harán falta mañanas. Este debe ser el pelele de Petete. Difícil incidir. O podó o colocó horrorosos osos molotov, hoscos tronos costosos, pocos por llorosos mocos olorosos o todos los roñosos cosos tontos. Uy! Murciélagos!

Troyana fabula clara est. Romanus populus multas fabulas narrabat. Nemo regnabit. Bene est mihi quia tibi bene est. Mox discordia inter pueros est. Caue canem. Delenda cartago. Alea iacta est. Ad urbe condita. Uini, uidi, uici. Mens sana in corpore sano. Errare humenum est. Auri sacra fames. S.P.Q.R. (Senatus Populus quo Roma).